¡Las mejores cosas de la vida son las más sencillas!
¿Qué mejor que un cuenco de patatas fritas caseras y una copita de vino blanco?
Nosotros os recomendamos freírlas con la piel, dado que es en ella donde se encuentran todos los nutrientes.
Primero hay que lavar bien la patata para después cortarla en gajos, y posteriormente a la freidora. Imprescindibles la sal y la pimienta, más una ramita de romero para perfumar :)
¡Un sabroso capricho!

No hay comentarios: